Un grupo de ranas viajaba por el bosque cuando de repente
dos de ellas cayeron en un pozo. Todas las demás se reunieron alrededor y
cuando vieron cuán hondo era el hoyo dijeron a las dos ranas en el fondo que
debían darse por muertas. Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de
sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del pozo con todas sus fuerzas.
Las otras seguían insistiendo en que sus esfuerzos serían inútiles. Finalmente,
una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió. Ella se
desplomó y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era
posible. Una vez más, la multitud de ranas le gritó que dejara de sufrir y
simplemente se dispusiera a morir. Pero la rana saltó cada vez con más fuerza
hasta que finalmente logró salir del pozo.
Cuando salió, las otras ranas le preguntaron: -¿No
escuchaste lo que te decíamos? La rana les dijo que era sorda. Ella pensó que
las demás la estaban animando a esforzarse más y salir del pozo.
Desconozco su autor
Una palabra de
aliento a quien se siente desanimado puede ayudar a levantarle y continuar el
camino. Una palabra destructiva a quien no está pasando por un buen momento
puede ser lo único que necesite para matarlo...
Woww!!! Qué espectacularrr!!!! Realmente un cuento para tener siempre a mano!!!! y para reflexionar!!! Me encantó!
ResponderEliminarJulia, gracias!!! Y sí! Es muy lindo el cuento y para tenerlo en cuenta! Ya configuré para que se pueda comentar sin necesidad de tener una cuenta registrada.
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