sábado, 20 de enero de 2018

Tiempos de guerra (Capítulo IV)


"Nadie nos dijo que la muerte era tan fácil. Que la vida no vale nada y se escapa sin avisar. Porque esta guerra nos está enseñando a ser valientes. A eso vinimos, ¿no? A ser valientes. ¿Y por quién estamos dispuestos a seguir luchando? Estamos en deuda con ellos, no podemos defraudarles, no podemos ser cómplices del desastre. No digamos que no podemos hacer nada. Siempre se puede hacer algo más. Es la única forma de que podamos mirarnos al espejo por la mañana. No abandonemos a los soldados que lo han dado todo por nosotros. Ellos esperan que cumplamos nuestra promesa. Os vamos a rescatar. Puede que sólo sea un puñado de hombres, sí. Puede que no importen ni a su ejército ni al gobierno que les envió, pero cada uno de ellos tiene madre, novia, quizás hijos, y todos merecen conocer su destino y por encima de ello merecen tener esperanza y saber que detrás de cada uno de ellos hay todo un país compartiendo su suerte y su sufrimiento. (Arsenio Gutiérrez)"