- Maestro!!! -grita el hombre-, no tiene idea del milagro descomunal que acaba de sucederme.
- Cuéntame -dice el maestro.
- Veníamos para acá en el coche con mi mujer y mi hija, en la autopista se produjo un choque múltiple, varias personas sufrieron heridas graves y hubo dos muertos, pero nosotros sobrevivimos casi sin un rasguño. ¡Un milagro épico, sin dudas!
El maestro dice:
- Bueno, en realidad un verdadero milagro es el que me sucedió a mí.
- ¿Qué le pasó?!!! -pregunta el hombre.
- Me levanté esta mañana, me bañé, me vestí, medité, desayuné, tomé un taxi y vine para aquí.
Eso es lo que me pasó, y ESO es un verdadero milagro. Lo otro se llama advertencia. Es la vida, diciéndote que estás equivocando el camino, haciéndote notar que tu tránsito no está siendo fluido ni armónico, que tu relación con el universo está enferma, que vas trabado, y que la próxima vez puedes no llegar a contarlo.
Norberto Jansenson
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